¡Y un día MIES llegó a Caballito!
O “Little horse”… como le decimos en confianza. Para mí fue la vuelta al barrio. Hace años que no vivo más acá, pero si me preguntan “¿De dónde sos?”, la respuesta posta es que de Caballito. Lo bueno de emprender es que al final decidís vos, y ahí la clave es jugártela por donde está tu corazón puesto ¿Dónde ponemos el próximo MIES? No lo dudé… si aparte es un barriazo.
Lo agarré a Diego (casi de la mano) y lo hice hacer combinación en el subte (porque estacionar en Caballito se puso compliqueti), él mucho de Santa Fé para el Sur, no, viste. Nos subimos a los subtes nuevos de la línea A (mucho aire acondicionado y olorcito a limón pero cómo se extrañan los trenes de madera). Parada: Acoyte, ahí arrancamos el tour. Desayuno en Magno, planeamos el recorrido ¿Pero por dónde empezamos? No hay mucho misterio, yo quería apostar fuerte ¡Ya fue! ¡Local sobre Rivadavia!
Nos caminamos todo, y vimos literalmente NADA. Hablamos con algunos comercios, la mayoría nuevos: Kalimnos, que se ve que la rompen porque tienen como 4 sucursales a dos cuadras una de la otra, la bombonería Bomblait, que nos queríamos comer todo, y todos nos dijeron lo mismo: ¡NO! ¡Olvidate! Local sobre Rivadavia… hay lista de espera. Entonces nos deprimimos. Y después me deprimí más, porque vi que el videoclub Master ahora es un maxi-kiosko (todo buen caballitense alquilaba ahí las pelis), y después vi como al Club Italiano le siguen destrozando la fachada. Ahí le conté a Diego mi NO éxito en cada uno de los deportes que hice ahí, desde Basket hasta acrobacia ¡Pasé por todo y tengo diploma de Inútil Perfecto para el Deporte!
Así que como ya no podíamos más, llegamos hasta Av. La Plata y pintó almuerzo rápido en 380, después (que ya es cábala) entrenamos un rato en el SportClub de Pque. Rivadavia, y finalmente a patear las callecitas. Pasamos por Roho, y como Diego siempre había escuchado pero jamás en su vida había sabido llegar, TUVO que cortarse el pelo en ese momento.
Y, por fin, encontramos el lugar perfecto, así, de pasada no más. La calle: Rosario ¡Perfecta! No es Rivadavia, pero garpa, y el local es de los que nos gustan, onda bolichín de barrio, como para poder recibirte de entrecasa, como nos gusta.
Y así fue… la vuelta al barrio ¡Feliz de estar nuevamente acá! A este MIES sin duda le depara un futuro de éxito, de la mano de mis vecinos de la vida. (Además mi mamá vive a pocas cuadras, así que probablemente se la crucen cuando vayan a tentarse con cositas a MIES. ¡Salúdenla de mi parte!).
Rami
PD: ¿En qué barrio o ciudad te gustaría que abriéramos el próximo MIES? Estamos actualmente buscando una locación, y necesitamos tu opinión. Queremos bañarnos con vos!!! Comentá debajo!
24 junio, 2016 at 2:04 pm
Hace nada (un año el 9 de Julio) me mude a Caballito, la verdad que no puedo decir otra cosa que no sea que encontre MI lugar ❤ Y encima con un MIES a 7 cuadras de casa. Divinorrr!
Me gustaLe gusta a 1 persona
13 julio, 2016 at 10:35 am
Feliz aniversario de tu nueva vida en Caballito!! Y qué linda señal que justo en el lugar que hayas elegido para esta etapa, se instale también un local para mimarte!!! 🙂
Me gustaMe gusta
13 julio, 2016 at 4:27 am
Qué bueno que se vinieron para el barrio!! Feliz de tenerlos tan cerquita de casa… ¿Viste? Es cierto. Se extrañan los vagones de madera del subte A 😦 Pero por lo menos, vas fresquito en verano… Yo también iba al Italiano; mi abuelo jugaba al ajedrez mientras yo hacía danza jazz… porque, como vos, de deportes = 0
Los iré a visitar seguido seguramente! Me encantaron las bombas para el baño!! (hoy me llevé dos y una espuma) ¡Bienvenidos a Little Horse nuevamente! 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
13 julio, 2016 at 10:14 am
Gracias Marie!! Es verdad, el progreso muchas veces suma comodidad, aunque a veces uno tiene un ataquecito de nostalgia y extraña los viejos tiempos, no? Por suerte Caballito combina perfectamente un poco de ambas cosas, y por eso es el barrio perfecto!! Gracias por venir seguido a visitarnos al local de Rosario 157!
Me gustaMe gusta